domingo, 19 de julio de 2009

Cartas desde el Astoria (I)




Primera mañana en NY, el jet-lag me pasa factura. 6 am ya no puedo dormir más. Me calzo mis asics y salgo a trotar un rato.
Central Park está 300 metros, ¿suerte? No, ya me encargo yo de elegir bien los sitios de hospedaje. A pesar de la hora veo a algún
q otro running por la acera, persigo a una de ellas que me enseña una de las entradas de Central Park. Consigo llegar a la carretera principal, no
puedo creerlo son las 6 de la mañana, 6 de la mañana recordar y la carretera que rodea el parque esta inundada de corredores, ciclistas, paseantes ...
deportistas. Gente de todas las edades, pero mi mayor sorpresa es la enorme cantidad de deportistas del sexo femenino, en España se
cuentan con los dedos de la mano, será la cultura. Gran porcentaje, de muy buen ver, si yo fuera Zapatero, intentaría conseguir el mismo
ejemplo, creo q el deporte español de ambos sexos se revitalizaría.Algunos tienen suerte de que no lo sea.

Mi ritmo empieza a crecer, ya no miro tanto el pulsómetro como al corredor que voy a pasar. Empiezo a olvidarme del paisaje, las
chicas, la carretera y sólo corro, corro, corro. Nadie me adelanta, esto volverá a pasar durante toda la semana, por este motivo
me autodenominé "El Rey de Central Park". Un maratoniano al tercer día hizo el amago, en Madrid no hubiera aguantado un ritmo tan alto durante 30 minutos,
en NY recordé que era un Yankee y su famoso orgullo me permite aguantar hasta finalizar el parque. Una pena que en España no exista
un Central Park, mi ego se dispararía, mis padres lo agradecerían, mi psicoanalista no tanto.

Hoy he vuelto a ir por última vez a Central Park. No he corrido, sólo he paseado. Le he dicho adios con la mirada,
como los amigos que se despiden sabiendo que se volverán a encontrar. Creo que en Central Park empecé a "I Love NY".

1 comentario:

sermor dijo...

Doy fé. Una barbaridad de tías corriendo y de muy buen ver.

Eso sí, todo el mundo pisando huevos