domingo, 5 de octubre de 2008

Comienza la temporada ...

La temporada baloncestística claro está. Las pruebas de triatlón se divisan en la lejanía ...

Otro año más me he vuelto a abonar al estu. Mi club. Todo empezó a finales de los 80, el Estudiantes era entonces patrocinado por el banco Caja Postal. Mi padre trabajador de más de 20 años en dicha entidad, conseguía entradas fácilmente, tampoco es que era sea una odisea, y nos solía a llevar a pasar allí la tarde. Mi hermano y yo, madridistas reconocidos, no es que nos ilusionara mucho la idea, al ser el equipo perdedor de Madrid. Aunque para cualquier joven simpre es mejor pasar la tarde en el viejo pabellón de Goya que en un múseo, exposición o teatro, los otros sitios donde nos solían llevar. Asi empezamos a apreciar a los "otros" jugadores de Madrid: Los Antunez, Orenga, Rusell y el gran Pinone. Como el roce hace el cariño, pues terminé pasándome al lado perdedor. Temporada a temporada nos fuimos acercando a la adolescencia. Mi padre seguía consiguiendo entradas pero ya no todas las veces nos acompañaba a los partidos. Como mi hermano tampoco era de la partida, pues dos (o incluso tres) jóvenes en edad escolar aún, se cruzaban Madrid para seguir a su equipo. Vaya irresponsabilidad de mis padres, me comentan mis compañeras madres primerizas ... eran otros tiempos. El jóven Alberto Herreros empezaba a dar las primeras alegrías al mundo estudiantil, y Azofra empezaba a repartir sus clases. El estu llegó a ganar un par de Copas e incluso a participar en una Final Four, a mi entender el momento cumbre de su historia. Los estudios y el cambio de empresa de mi padre, me alejaron del pabellón. Al igual que Herreros, Azofra, Orenga ... se alejaron de nuestra plantilla. Por la tele vi crecer, a la nueva generación Carlos Jimenez, a mi entender el mejor jugador que ha dado la cantera estudiantil, los Martinez, Aisa, los Reyes y aunque con menos brillantez, de vez en cuando te daban una alegría.


Los últimos tiempos para nuestro club, han sido oscuros, en lo deportivo y en lo institucional. El año pasado nos abonamos, gracias al pesao de mi compañero de mesa, para ver descender y cerrar mi etapa como aficionado. Al evitar el descenso, nos hemos vuelto a apuntar. No veo el momento de volver a nuestros orígenes, a la cantera, a las cosas sencillas. Este año la cosa por lo menos promete, parece que se le van a dar minutos a los chavales. Wideman puede seguir la estela de Pinone, Vandiver, Hansen. Y por lo visto hoy Carlos Suarez empezará a ser lo q se espera de él.

Larga vida a un club singular: Mi estu.